El esoterismo puede ser utilizado como una herramienta de autoconocimiento, conexión con nuestro ser interno y todo lo que nos rodea.
El esoterismo puede definírsele como un conjunto de conocimientos, doctrinas, y prácticas, que hacen referencia a lo oculto, lo interior, aquello que va más allá del plano físico y que sin embargo repercute en éste.
Partiendo de la definición anterior podemos convertir el conocimiento esotérico en una práctica que detone nuestro desarrollo personal, pues nos faculta y permite (si así lo queremos) echar una mirada en primera instancia a aquello que no se ve a simple vista y que es nuestro ser interior, inexplorado y por tanto desconocido por nosotros mismos, oculto por nuestra mente inconsciente, relegado y negado por nuestro ego. Una vez que nos hemos atrevido a mirar la verdad de nuestro interior se nos abre el camino para permitirnos comprender, a través del hacer consciente lo que está ocurriendo en nosotros mismos y en nuestro alrededor.
El encuentro con lo esotérico se puede establecer a través de una amplia gama de posibilidades, pues está manifestado en diferentes expresiones entre las que se encuentra la cartomancia con el Tarot como uno de sus representantes más conocidos, las predicciones de los signos zodiacales plasmados en los horóscopos, o bien en las doctrinas como el Yoga y el Hermetismo, todo lo cual brinda un acercamiento de distinta manera pero con el mismo fondo, el ver hacía nuestro interior; la variedad en la forma en que podemos conocerlo y practicarlo nos permite elegir el método sobre el cual queremos iniciar el camino hacía el conocimiento interno, e inclusive, podemos aventurarnos en la práctica de varias de sus manifestaciones, lo cual ciertamente brindará un conocimiento mucho más completo y profundo.